Las perspectivas de la financiación alternativa para los próximos años son muy buenas, pero el mayor reto es democratizar el concepto de inversión colectiva. Es decir, los inversores tienen que perder el miedo a las inversiones alternativas, tienen que entender que hay diferentes productos que ofrecen una rentabilidad atractiva al haber proyectos detrás que la soportan. Supone una magnífica forma de ahorro a tipos de interés muy interesantes.