El anuncio de una nueva subida de tipos del BCE coincide con el primer aniversario de la subida de tipos de interés más fuerte del siglo XXI en Europa. El COVID, la guerra de Ucrania y la escasez de materiales han provocado un clima de incertidumbre en la economía en general y en el sector inmobiliario en particular. Esto ha traído consigo la ralentización o incluso la paralización de algunos proyectos inmobiliarios, y ha supuesto un reto de adaptación de todos los actores involucrados en el sector en general.
Por otro lado, aunque la subida del precio de los materiales de construcción parece haberse estabilizado, creemos que es muy difícil que vayan a producirse bajadas de precio lo suficientemente significativas para que se vean reflejadas en bajadas de costes de construcción a corto/medio plazo y menos que estos lleguen a tener un impacto de bajada en el precio de la vivienda.
El sector sin embargo, se encuentra mucho más preparado para cualquier tipo de turbulencia que antes, pues el porcentaje de apalancamiento en general es inferior y el número de viviendas de obra nueva construidas en nuestro país es muy inferior al que se calcula que demandamos como país (unas 200.000 unidades al año).
A este escenario se le une un cambio de paradigma en la financiación de los proyectos inmobiliarios que venía materializándose en los últimos 7 años con el crecimiento de la financiación alternativa. Un mercado consolidado en otros países como EEUU o UK donde esta representa un 40% y un 50% respectivamente del volumen de financiación.
El nexo perfecto entre promotores e inversores
En este entorno, la diferencia de precio entre la financiación tradicional y la financiación alternativa se ha visto reducida significativamente por lo que cada vez son más los promotores que eligen esta opción para financiar sus proyectos, que ya valoraban positivamente la agilidad y la flexibilidad que este tipo de financiación ha demostrado que puede aportar al sector.
Por último, las plataformas de financiación participativa se han convertido en el nexo perfecto entre promotores, cuyo acceso a la financiación ha cambiado por completo, e inversores, cuyos ahorros se están viendo impactados por un escenario de alta inflación.
Desde Civislend trabajamos en convertirnos en un referente en el mercado, poniendo énfasis en el proceso de análisis para ofrecer soluciones ágiles y flexibles, y en definitiva, en ser ese punto de encuentro entre los promotores inmobiliarios y nuestros inversores a los que agradecemos su confianza.
Álvaro Sánchez – Fabrés
Responsable de Real Estate
