Es la palabra de moda. Su búsqueda en Google arroja ya 13,8 millones de resultados en español y 62,4 en inglés. El metaverso, que empezó siendo un lugar extraño, ajeno y desconocido, se ha convertido en un terreno donde invertir y hacer negocio, también para el sector inmobiliario. Este término, que apareció por primera vez en una novela de ciencia ficción de 1992 llamada ‘Snow Crash’ escrita por Neal Stephenson, hace referencia hoy en día a un universo paralelo que replica el real, pero en un entorno 100% online, digital y en 3D. Se trata de una experiencia inmersiva y multisensorial que implica el uso de dispositivos como gafas de realidad aumentada, guantes táctiles, cascos de realidad virtual y otros muchos más aún en desarrollo.

El precursor de los actuales metaversos es el juego Second Life, una comunidad virtual lanzada en junio de 2003. Sin embargo, los actuales metaversos han dado un paso más. El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha traído a la actualidad esta evolución de las conexiones sociales al renombrar su gigante como Meta y trabajar en el lanzamiento de su propio metaverso, pero lo cierto es que ya hay entornos virtuales operativos en los que se está moviendo dinero y se están realizando operaciones comerciales a través de criptomonedas y tokens. Aunque a esta tecnología todavía le queda mucho recorrido, ya están empezando a llamar la atención de las empresas, también de las españolas, que están tratando de hacerse un hueco antes de que esta tendencia se consolide.

Según la agencia Wildbytes, el 70% de las grandes marcas estará en el metaverso en cinco años. Ante la futura popularización del metaverso, las compañías están apostando por conectar el mundo real y el virtual por medio de la apertura de tiendas en estos entornos o la celebración de eventos para presentar sus novedades. Los sectores del videojuego y del entretenimiento han tomado la delantera, pero la moda está despuntando. Marcas como Nike, H&M, Gucci, Zara, Vans, Balenciaga y muchas más ya tienen sus colecciones en el metaverso. ¿Y qué pasa con el sector inmobiliario? Además de mostrarse muy interesado en lo que respecta a la compraventa de parcelas NFT, algunas promotoras ya han dado el salto.

Comprar suelo en el metaverso: un activo volátil y fuertemente especulativo

El suelo es un activo fundamental para el mercado inmobiliario, y en el metaverso se ha convertido en un bien muy preciado. Según un informe elaborado por MetaMetric Solutions, la venta de terrenos virtuales en los cuatro metaversos con más tirón en estos momentos, The Sandbox, Decentraland, Cryptovoxels y Somnium Space, alcanzó los 501 millones de dólares en 2021. Entre estas cuatro plataformas, vendieron 268.645 parcelas de diferentes tamaños. La proyección es de claro ascenso, dado que la firma asegura que en el pasado mes de enero ya se contabilizaron 85 millones en transacciones. De seguir esta progresión, en 2022 se podrían superar los 1.000 millones de dólares. Este mercado especulativo tiene visos de expandirse. Tal y como exponen desde BrandEssence Market Research, el mercado inmobiliario en el metaverso está llamado a crecer a una tasa anual compuesta del 31% anual de 2022 a 2028.

Una de las operaciones más sonadas fue la protagonizada por Republic Realm, que pagó 4,3 millones de dólares para comprar un terreno en The Sandbox. Este suelo se transformó en un complejo de 100 islas llamado Fantasy Islands donde es posible tener tu propia mansión o yate virtual. El primer día se vendieron 90 de estas islas por 15.000 dólares. Actualmente, se están revendiendo a precio de oro: 100.000 dólares y subiendo. Previamente, esta compañía adquirió terrenos en Decentraland por 900.000 dólares. En este último metaverso también ha invertido la empresa Metaverse Group, comprando tierra por un valor de 2,43 millones de dólares. Esta compañía pretende salir a bolsa a lo largo de este año o el que viene. Pero más allá del ‘Big Four’ de los metaversos, existen otros entornos que están haciendo caja vendiendo píxeles. Next Earth es una iniciativa alemana que divide el mapa terráqueo en parcelas virtuales de 100 metros. Una de estas plataformas es de origen español. Se trata de Uttopion, donde estos NFTs inmobiliarios alcanzan precios de entre 2.000 y 20.000 euros.

Ya es posible reservar viviendas en el metaverso y tener una réplica virtual de un inmueble

Del mismo modo que las firmas de moda presentan sus nuevas colecciones en el metaverso, ya hay promotoras que comercializan sus viviendas en el mundo real en estos espacios virtuales. En España, la pionera ha sido Metrovacesa. A través de una alianza con Datacasas Proptech,Metrovacesa se ha lanzado a vender casas en Decentraland, una de las plataformas más asentadas. El proyecto con el que han dado el pistoletazo de salida es Málaga Towers, un desarrollo residencial de 20 plantas a pie de playa compuesto por 71 viviendas de lujo de una a cuatro habitaciones a partir de 132 metros cuadrados con un precio unitario desde 1,3 millones de euros. El edificio permite la interacción total con el usuario, que es capaz de acceder a toda la información, la maqueta en 3D y vídeos y planos, así como ser atendido por un comercial en este entorno y reservar una de estas propiedades.

Otra compañía inmobiliaria española que ha vertido sus esfuerzos en la realidad virtual ha sido Argis Living por medio de una megapromoción en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes. A través de una inversión de 50 millones de euros en el mundo real, esta empresa proyectará unos 708 apartamentos repartidos en cuatro edificios con un precio que parte de los 80.000 euros. La promotora ha invertido 200.000 euros en la adquisición del suelo virtual en The Sandbox, otro de los metaversos más conocidos, para realizar una réplica exacta de su proyecto en 3D. De este modo, los compradores recibirán un NFT para certificar su propiedad dentro de este universo paralelo. Es de esperar que estos terrenos virtuales se vayan revalorizando, por lo que los propietarios podrían revenderlos sin tener que desprenderse de su propiedad real. Sin duda, el metaverso ha sido interpretado como una oportunidad de inversión inmobiliaria. Habrá que estar muy atento a todo lo que vaya surgiendo para no quedarse atrás.