Operar en Internet no está exento de peligros. Nuestros datos personales constituyen una moneda de cambio muy valiosa, sobre todo, los que tienen que ver con nuestra información financiera. La proliferación de delitos que tienen lugar en el entorno online ha hecho que el número de víctimas estafadas aumente en los últimos años. Según el VIII Informe sobre Cibercriminalidad, a través del cual el Ministerio del Interior estudia el comportamiento de la delincuencia informática, las fuerzas y cuerpos de seguridad registraron 287.963 hechos presuntamente delictivos relacionados con las tecnologías de la información y las comunicaciones en 2020, lo que supuso un incremento del 31,9% con respecto al año anterior. En este sentido, los fraudes informáticos representaron el 89,6% del total de ciberdelitos, con un total de 257.907 casos.

Ser víctima de una estafa de esta clase hace que nos demos cuenta de lo escasamente protegidos que nos encontramos ante determinadas organizaciones criminales. No podemos olvidar que nos enfrentamos a redes altamente profesionalizadas que son capaces de robar nuestros datos para operar con nuestro dinero, lo que ocasiona sorpresas más que desagradables y hace que nos planteemos si la comodidad de manejar nuestra economía online vale la pena frente al riesgo que corremos.

Como inversores, estamos expuestos a un doble riesgo. Por un lado, el de nuestras propias decisiones al apostar por unos productos frente a otros, y por otro lado, al de ser víctimas de una de estas estafas cibernéticas. La autonomía que nos concede Internet se convierte, por tanto, en un arma de doble filo. Se podría pensar que ser independiente a la hora de manejar nuestros ahorros y componer una cartera de inversiones sin ayuda externa es mucho más peligroso que delegar esta gestión en asesores financieros externos. Sin embargo, ni siquiera operando a través de intermediarios como bancos o consultorías estamos 100% seguros, ya que los ataques informáticos a gran escala puede afectar a las instituciones en las que hemos confiado.

En la deep web existe todo un negocio de compraventa de datos financieros. En caso de quedar expuestos, los ciberdelincuentes serían capaces de usar nuestras cuentas a su antojo, realizando transferencias a su favor, abriendo líneas de crédito en nuestro nombre o realizando compras con nuestras tarjetas. En caso de tener acceso a nuestras inversiones, podrían realizar retiradas de intereses y capital, echando por tierra todo nuestro esfuerzo y privándonos de unos beneficios a largo plazo que estaban destinados a mejorar nuestra pensión de jubilación y proveernos de un futuro sin preocupaciones. Desde CIVISLEND hemos recogido algunas recomendaciones para proteger tus datos de este tipo de ataques.

4 recomendaciones de seguridad para proteger tus datos financieros

No abras nunca un email o un sms sospechosos

Una de las técnicas más utilizadas por los ciberdelincuentes es el phising, que consiste en enviar de forma masiva correos electrónicos bajo la apariencia de ser una empresa comercial, una institución oficial o una entidad financiera. También se ha populariza el smishing, que se basa en el envío de un sms al móvil. Este tipo de comunicaciones fraudulentas suelen incluir un enlace o un archivo adjunto que, al abrirse, instala en el dispositivo del usuario software malicioso (malware) o espía (spyware) para robar los datos. En ocasiones, redirige a un formulario que solicita la instrucción de datos personales. Su sofisticación a la hora de imitar a una compañía consolidada puede llegar a hacernos caer en la trampa, por eso es importante comprobar que el remitente sea seguro. CIVISLEND nunca te pedirá datos a través de estos medios, dado que toda la gestión se realiza a través de la página de perfil.

Memoriza y cambia tus contraseñas de forma frecuente

No solo debes crear contraseñas seguras que combinen letras y números, mayúsculas y minúsculas y otros caracteres especiales, sino que también deben ser diferentes entre sí, nunca usar la misma para todo. En ocasiones, serán difíciles de recordar y te verás tentado de guardarlas en un archivo en tu ordenador o en una nota en el móvil. Hay que hacer un esfuerzo y memorizarlas. Si la olvidas, tienes la opción de recuperarla gracias al empleo por parte de las empresas con las que inviertes de sistemas de verificación como el email, el envío de un código al móvil o el empleo de una palabra de seguridad. Igualmente, no está de más que de vez en cuando cambies las contraseñas para ponérselo más complicado a los estafadores que operan en Internet. Es recomendable cerrar sesión siempre que termines y no permitir al navegador que te rellene de forma automática el campo de la contraseña cuando accedas.

Actualiza tu sistema operativo, tu antivirus y tu navegador

El mejor modo de protegerse frente a posibles estafas es que los sistemas de seguridad de las herramientas que usas estén totalmente actualizadas. El sistema operativo del ordenador a través del cual gestionas tus inversiones debe estar al día, con el objetivo de que los parches instalados sirvan de barrera de entrada. Además, es imprescindible que tengas correctamente configuradas las preferencias de seguridad del navegador o navegadores que utilices. Tampoco debes olvidarte de invertir en la instalación y mantenimiento periódico de un software de seguridad que complemente tu ordenador, y que deberá estar compuesto por un antivirus, un firewall y antispyware capaces de neutralizar las posibles amenazas y darte plena tranquilidad.

En caso de duda, ponte en contacto con atención al cliente

A veces, la mejor manera de prevenir un ciberdelito informático es acudir a la fuente. Tanto si la sospecha llega a través de un email, un sms o una llamada telefónica, una excelente idea es ponerse en contacto con el servicio de atención al inversor para verificar si realmente se trata de una solicitud real o es un fraude en toda regla. De este modo, si finalmente se trata de un ciberdelincuente que está tratando de hacerse pasar por una empresa, esta última podrá informar a las entidades supervisoras e iniciar acciones legales por medio de una denuncia. Hay que tener presente que cualquier plataforma de financiación participativa siempre operará bajo una conexión segura, que reconocemos en la barra de navegación gracias al https://.