La reciente irrupción del crowdlending en el mercado financiero nacional ha despertado inquietudes entre los distintos agentes implicados en su desarrollo y consolidación. Con apenas de dos años de trayectoria en nuestro país, esta tendencia económica se ha impuesto al desconocimiento de la sociedad y ha empezado a convertirse en una interesante herramienta de inversión para obtener un alto rendimiento de los ahorros. El imparable impulso de la transformación tecnológica se ha manifestado en este mercado con las nuevas Plataformas de Financiación Participativa (PFP), que aplican este modelo para facilitar el entendimiento entre los inversores y los promotores.