En los últimos años, la industria de las finanzas ha experimentado una auténtica revolución con el desarrollo de empresas de finanzas tecnológicas o FinTech, basadas en la productiva asociación de las finanzas y la tecnología. Podría decirse que son las nuevas compañías complementarias o alternativas a los bancos, capaces de simplificar cada vez más procesos financieros cotidianos, como los créditos, los seguros, la gestión del patrimonio o las inversiones.