El mercado de la segunda residencia sufrió de forma más intensa el parón pandémico. Las restricciones derivadas de la crisis sanitaria no solo detuvieron las compras protagonizadas por españoles, sino también las realizadas por extranjeros. Cuando las transacciones nacionales empezaron a resurgir, todavía imperaban a nivel internacional imposiciones a la movilidad que impidieron que las compraventas por parte de la demanda foránea cristalizaran. Por otro lado, el alquiler turístico experimentó un descenso histórico, generando un fuerte trasvase hacia el alquiler residencial. Aunque este cambio se revirtió cuando la normalidad comenzó a imponerse, muchas viviendas que antes formaban parte de la oferta vacacional fueron habitadas por inquilinos de larga duración.

Una vez dejadas atrás las limitaciones gracias a la vacunación, el flujo de turistas que se esperan las playas españolas este verano de 2022 estará en línea al de antes de la COVID-19. Según ForwardKeys, compañía proveedora de estadísticas turísticas para el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, las reservas confirmadas para viajar a España en julio y agosto revelan que se han recuperado nueve de cada diez reservas internacionales hechas en 2019. Además, las reservas de billetes para vuelos domésticos están un 3% por encima de los valores prepandemia. Aunque parte de estos viajeros recurrirán a hoteles, muchos apostarán por alquilar, y es aquí donde entra en juego la posibilidad de invertir en patrimonio inmobiliario. Sin duda, uno de los aspectos que hay que valorar antes de comprar una casa junto al mar será analizar los precios de la vivienda en la costa española.

Precios de la vivienda en la costa: COMPRA

España tiene la suerte de contar con estupendas costas en el norte bañadas por el Cantábrico, al este por Mediterráneo y al sur por el Mediterráneo y el Atlántico. A este catálogo de playas peninsulares hay que sumarle además los archipiélagos balear y canario. Dada la magnitud de la oferta, los precios de vivienda en la costa se sitúan en una horquilla muy amplia, incluso en una misma localización.

El informe de precios de costa de pisos.com nos da una idea de dónde será más caro y más barato comprar una casa en la playa este verano. El portal inmobiliario coloca en primera posición a la Costa del Garraf, la línea de costa entre las desembocaduras de los ríos Llobregat y Foix. El piso tipo en venta en esta parte de la provincia de Barcelona cuesta una media 507.283 euros. En segunda posición estaría la Costa Vasca, que abarca el litoral cantábrico entre las ciudades de Bilbao y Biarritz. Aquí una vivienda bañada alcanza un precio medio de 419.932 euros. Cierra el top tres la Costa Brava, situada en la provincia de Girona. En esta zona costera que va desde Blanes hasta Portbou el comprador deberá disponer de una media de 398.105 euros.

Si acudimos a la parte baja de la tabla, la Costa de Almería lidera el ranking de las más asequibles, con un precio medio por vivienda tipo de 124.737 euros. No tenemos que irnos muy lejos para encontrar la segunda posición, dado que daremos el salto de la provincia localizada en el extremo oriental andaluz a la Región de Murcia. Así, un piso tipo la Costa Cálida arroja un precio medio de 152.094 euros. El tercer lugar es para las Rías Altas, la franja costera gallega que parte del límite con Asturias, en la ría de Ribadeo en Lugo y termina en el cabo de Finisterre, en A Coruña. En esta zona, la compra de una vivienda supone unos 150.709 euros.

Precios de la vivienda en la costa: ALQUILER

El precio por el que se haya comprado es importante, pero la renta por la que se alquile también es fundamental, dado que ayudará determinar la rentabilidad. Antes de lanzarse al mercado de la segunda residencia con fines inversionistas, hay que conocer cómo se están movimiento los precios del arrendamiento. Aspectos como, por ejemplo, si está o no en primera línea de playa, la cercanía a supermercados y restaurantes o si la urbanización tiene piscina incluirán en la decisión del turista. Desde pisos.com indican que las costas donde el alquiler es más caro son Baleares (1.893 €/semana), Costa Brava (1.356 €/semana) y Costa del Garraf (1.234 €/semana). Por el contrario, la Costa de Almería (458 €/semana), Rías Baixas (492 €/semana) y Rías Altas (504 €/semana) son las más asequibles para el inquilino que desea disfrutar del binomio sol y playa.

Si se baja a municipios y zonas concretas, el panorama puede dar un giro. Un informe de Tecnitasa va más allá de las demarcaciones costeras y ofrece precios de alquiler semanales no solo por localidades, sino por tipología. Según la tasadora, Illa a Toxa, en Pontevedra, tiene el apartamento de 80 metros cuadrados más caro, puesto que costaría 2.800 euros a la semana. Los siguientes en el listado de los alquileres más costosos serían el marbellí Puerto Banús, donde alquilar un piso de 90 metros supone 2.700 euros semanales; y la localidad balear de Ibiza, donde el mismo tipo de vivienda pero de 100 metros cuadrados exigiría 2.500 euros a la semana. Otros municipios por encima de los 2.000 euros dentro de la categoría piso-apartamento son las proximidades al club náutico mallorquín de Sa Ràpita (2.300 €/semana por 100 m²), la primera línea de playa en el casco urbano de la malagueña Estepona (2.200 €/semana por 130 m²), la zona norte del balear Port d’Alcúdia (2.100 €/semana por 100 m²) y la primera línea de playa de la localidad pontevedresa de Sanxenxo (2.100 €/semana por 100 m²).

En caso de estar buscando un chalet unifamiliar aislado, la renta semanal no bajará de 2.000 euros. La tasadora da la primer posición a Portocolom, uno de los pueblos más pintorescos de Baleares. En este lugar privilegiado de la isla de Mallorca, el precio por alquilar una vivienda independiente de 250 metros cuadrados ascendería a los 2.800 euros semanales. En cuanto a los adosados, nos quedamos en el archipiélago balear para ir a las playas de Alcúdia, donde vivir una semana en un chalet de 200 metros cuadrados costaría 2.000 euros.

Los alquileres más baratos hay que buscarlos en otro archipiélago. Canarias goza de un clima de escándalo todo el año, y aunque las aguas del Atlántico no atraen tanto turismo por ser más frías que las del Mediterráneo, sus ocho islas contienen atractivos realmente potentes. En Puerto de Cruz, en Santa Cruz de Tenerife, es posible veranear una semana en un pequeño apartamento de 35 metros cuadrados por 280 euros a la semana. En la capital de la provincia de las Palmas, concretamente en la playa de las Canteras, hallaremos un piso de 40 metros cuadrados por 300 euros semanales. Sin salir de la provincia, pero dirigiéndonos al municipio de San Bartolomé de Tirajana, en San Agustín, tendremos la posibilidad de ser inquilinos de una vivienda de 40 metros cuadrados por 320 euros por semana.