Encontrar fondos para sacar adelante una promoción no siempre es sencillo. Y más en estos momentos de incertidumbre. La predisposición de las entidades financieras por fomentar el crecimiento del sector inmobiliario en España remontó años después de que las heridas de la crisis de 2008 comenzaran a cicatrizar. Sin embargo, ahora el crédito esta fluyendo de una manera mucho más controlada y prudente debido al coronavirus, por lo que financiar un proyecto inmobiliario resulta algo más difícil.

El nivel de preventas exigido por la banca sobrepasa en muchas ocasiones el 40%, lo que requiere que el promotor realice un sobresfuerzo con la comercialización. Aunque la compra sobre plano sufrió un gran descrédito en la época de la burbuja, parece que los clientes han vuelto a apostar por ella, pero los proyectos llave en mano siguen siendo más atractivos por la seguridad que ofrece invertir en una vivienda de un modo tangible.

Las banca tradicional está exigiendo un nivel de preventas muy alto para financiar un proyecto inmobiliario. Además, la comercialización en plena pandemia no resulta sencilla

Igualmente, no colabora en el fomento de la confianza del comprador sobre plano que las obras dilaten su inicio en espera de esas garantías que pide el banco. A este contexto hay que sumarle el hecho de que cuanto más pequeño es el promotor y más deslocalizado esté el proyecto más rígida es la postura de la financiación tradicional. Jugar sobre seguro es la estrategia que impera en un momento en que los ERTE y el desempleo podrían causar bajas en una promoción, lo que llevaría a bajar los precios finales de los activos.

En este contexto de contención, las vías alternativas que facilitan un acceso más rápido, sencillo y transparente a los fondos necesarios para desarrollar proyectos inmobiliarios perfectamente viables están haciendo que esta actividad fundamental de la economía no pierda pulso. Algunos de ellos son la emisión de pagarés o de bonos. Asimismo, el crowdlending, promovido por Civislend, donde la puesta en marcha y posterior venta de la promoción se base en los aportes de inversores particulares, es una opción más que interesante como complemento de la banca tradicional.

¿Por qué financiarse a través del crowdlending? En primer lugar, el tiempo que transcurre desde que se realiza la petición hasta que se tiene una repuesta es más reducido

  1. Ahorro de tiempo. Los préstamos concedidos a través de las Plataformas de Financiación Participativa (PFP) se gestionan de forma muy rápida con procesos ágiles y de forma segura a través de la red. Una vez recibida toda la documentación, la solicitud es analizada al detalle por un equipo de expertos en riesgo en un corto espacio de tiempo. Teniendo en cuenta que el retraso en la recepción de los fondos puede poner en serios problemas la supervivencia de una empresa inmobiliaria de tamaño medio, todas las plataformas de crowdlending trabajan con plazos de tiempo ajustados en el análisis y la aprobación de las operaciones.
  1. Sin productos vinculados. La financiación a través del crowdlending está exenta de letra pequeña, no hay venta cruzada. El proceso para captar financiación a través de las plataformas es realmente sencillo para el promotor. Se tratan como operaciones individuales que no conllevan la vinculación de ningún producto adicional, como sí que ocurre con la banca tradicional. La concesión de préstamos se suele vincular a la contratación de otros productos adicionales, como por ejemplo, seguros, tarjetas o cuentas corrientes. Esta táctica para vender productos complementarios no existe dentro de las plataformas de crowdlending.
  1. Todo el proceso es online. Gestionar la financiación de un proyecto a través de una plataforma de crowdlending no tiene ninguna complicación, dado que todo el proceso se lleva a cabo a través de Internet. Todo comienza con el registro en la web, y después, llega el resto: desde el envío de la documentación hasta el ingreso de los fondos, el pago de intereses y la devolución del principal. Igualmente, el equipo siempre está disponible para consultar cualquier duda de forma remota. Además, los préstamos se adaptan a la necesidad concreta del promotor. Por ejemplo, puede tratarse de una captación para financiar la compra de un suelo o de los costes de construcción. Tras la aprobación, el proyecto es publicado en el marketplace para que los inversores accedan a él.
  1. Diversificar las fuentes de financiación. Para una empresa es importante contar con diferentes fuentes de financiación con el fin de no comprometer su futuro. Estar en manos de un único acreedor puede llegar a poner en peligro la actividad de una compañía y condicionar incluso la toma de decisiones. Actualmente, la concentración bancaria es muy fuerte, dadas las fusiones que se están produciendo en el sector. El crowdlending es el complemento perfecto a la financiación tradicional. Tiene el suficiente músculo financiero para responder afirmativamente ante la posible no renovación de una línea de crédito tradicional o a la negativa de ampliar el capital de la misma.
  1. No computa en la CIRBE. La información relativa a la deuda contraída a través de plataformas de crowdlending no computa en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), que es la base de datos gestionada por el instituto emisor a la que las entidades bancarias reportan los créditos concedidos y su cuantía. Este fichero es utilizado por los bancos para medir el nivel de riesgo de las empresas y determinar su capacidad de endeudamiento. Al no consumir CIRBE, los fondos recibidos a través del crowdlending no son un impedimento para que el promotor del proyecto reciba más fondos a través de otros canales.