El auge del crowdfunding (micromecenazgo) se hace un hueco también en el sector inmobiliario. Este fenómeno, que permite a pequeños inversores agrupar aportaciones dinerarias para financiar proyectos, avanza en España con la puesta en marcha de las primeras plataformas de financiación participativa (PFP) autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).