¿Eres incapaz de controlar lo que gastas? ¿Tu nómina desaparece en un abrir y cerrar de ojos? ¿Haces malabares para llegar a fin de mes? Si has respondido de forma afirmativa a estas tres preguntas, es más que probable que ahorrar algo de dinero te parezca una misión imposible. Sin embargo, dejar atrás tus actuales rutinas financieras y asumir una nueva mentalidad te pondrá en el camino de convertir el ahorro en un hábito. El camino no es sencillo, sobre todo, si llevas mucho tiempo haciendo las cosas mal. Pero continuar por la misma senda podría acabar por poner en riesgo tu economía, lastrando tu capacidad de endeudamiento y generándote un mayúsculo estrés financiero. Si te has repetido varias veces a ti mismo que esto no puede seguir así, estás en el lugar adecuando, ya que desde CIVISLEND vamos a compartir contigo algunos consejos para ponerte en la buena dirección.

Plántale cara a tus finanzas

Es hora de coger el toro por los cuernos. Para abandonar el estado de ceguera financiera en el que ahora mismo te encuentras es necesaria actitud. ¿Sueñas con comprar una casa, un coche, irte de vacaciones…? Entonces debes olvidarte de la pereza porque no te lleva a lograr ninguno de estos objetivos ni ningún otro que se te pase por la cabeza. Se acabó el procrastinar: tu estado financiero no se va a solucionar de la noche a la mañana sin poner de tu parte.

Para motivarte, nada mejor que hacer una lista de las razones para construir una mejor versión financiera de ti mismo y las ventajas de conseguirlo. Tener el control del presente te acerca a la libertad financiera del futuro, y para eso debes sentar los cimientos de una mentalidad acorde. Vivir el día a día sin pensar en el mañana es una gran equivocación. No estamos diciendo que a partir de ahora no gastes un céntimo, sino que abraces el consumo consciente y evites desembolsos alejados de lo verdaderamente necesario. Encontrar el equilibrio evitando los excesos será tu nuevo mantra a partir de ahora.

Crea un presupuesto y síguelo

Una vez te reconcilies con tu dinero, nada mejor que sentarte delante de tus movimientos bancarios e identificar por qué cada mes te abandona antes de que te des cuenta. Seguramente es porque no lo tratas bien. Plantéatelo como un juego. Durante un mes, haz un seguimiento de todos tus gastos y luego súmalos. Si nunca te has preocupado de ver a cuánto asciende esta cantidad, seguramente te lleves una desagradable sorpresa.

Obviamente, hay gastos a los que es imposible renunciar porque son esenciales: vivienda, suministros, comida… Pero incluso con este grupo de dispendios puedes hacer algo, desde alquilar una habitación que te sobra hasta valorar el cambio de compañía eléctrica, pasando por quitar de la lista del supermercado productos que compras por puro capricho o decantarte por marcas blancas. Con los gastos superfluos huelga decir que hay que reducirlos al máximo, pero sin renunciar a tener cierta calidad de vida. Este ejercicio te ayudará a crear un presupuesto ajustado a tus propósitos.

Ahorra antes de gastar

Tienes que darle la vuelta a tus costumbres. Ya te has dado cuenta de que si dejas que tu ahorro dependa de lo que te quede al terminar el mes fracasarás por mucho que lo intentes. Los verdaderos ahorradores apartan una cantidad justo el día que reciben su sueldo, así que sigue si ejemplo y apuesta por el preahorro. Determinar el montante que guardarás te será fácil si previamente has elaborado un presupuesto mensual que responda a lo que verdaderamente necesitas. Para no agobiarte antes de empezar, empieza con una pequeña cantidad y ve aumentándola cada mes. Todos sabemos que si el punto de partida es demasiado ambicioso te rendirás pronto. El momento del año también es importante. En épocas en las que se gasta más de lo normal, como la Navidad, quizá no sea buena idea, pero a la vuelta de la esquina tienes el año nuevo, y con el los consabidos propósitos.

Escoge un método que te funcione

No te imaginas la cantidad de trucos que puedes poner en práctica para ir engordando tu cuenta de ahorro. Desde escoger un porcentaje concreto, por ejemplo, el 10% e ir subiendo, hasta definir una cantidad redonda: 50 euros, 100, 200… De nuevo, puedes entenderlo como algo divertido. ¿Has oído hablar del reto de las 52 semanas? Es una estrategia sencilla en la que se parte de un euro la primera semana, dos la segunda, tres la tercera… Hasta llegar a la última y guardar 52 euros. Al cabo del año habrás logrado reunir 1.378 euros. Abre la puerta a la disciplina y comprométete. Al final es una carrera contra ti mismo en la que vas a vencer. Solo tienes que ser constante y verás resultados antes de lo que te imaginas. La satisfacción de ver cómo los ahorros suben poco a poca mes a mes es enorme, y un estupendo aliciente para mantener el hábito.

Convierte la tecnología en tu aliada

En un mundo tecnológico como en el que vivimos, sería una pena no aprovechar todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Las propias entidades financieras ofrecen a sus clientes dentro de la banca móvil aplicaciones para redondear los pagos de la tarjeta de débito, realizar aportaciones periódicas a una hucha, etc. Tómate un segundo y comprueba qué puede hacer tu banco por ti. Además, podrás gestionar todas tus cuentas desde tu teléfono, teniendo acceso a tus gastos de un vistazo por medio del histórico de tus movimientos o consultando tus extractos. Por otro lado, en Internet existen muchos blogs y canales de Youtube centrados en el ahorro de los que puedes aprender mucho, sin olvidar otros recursos como los podcast o manuales en papel escritos en lenguaje ameno.

Da el salto a la inversión

Has conseguido completar con éxito un fondo de emergencia y por fin guardas cada mes parte de tus ingresos. ¡Enhorabuena! ¿Y ahora qué? Ha llegado el momento de dar tus primeros pasos dentro de la inversión, ya que no poner esos ahorros a trabajar hace que pierdan valor. Tras encontrar el perfil de inversor con el que más cómodo te encuentres, tendrás que definir objetivos y marcarte tiempos. Después, tendrás que evaluar qué productos financieros son los más adecuados. El crowdfunding inmobiliario podría ser un buen complemento a tu cartera, puesto que este sector es un valor refugio. Los proyectos publicados en el marketplace de CIVISLEND son un excelente forma de optimizar ese ahorro que ahora ya forma parte de tus hábitos.